AMBRÒS GENÍS, 44 AÑOS, FORMADOR
JINGJING YUAN, 37 AÑOS, PRACTICANTE DE CEREMONIA DEL TÉ, UNIVERSIDAD DE SHANGHAI
BARCELONA, 14 DE ENERO DE 2019
Él trabajaba en el departamento de ingeniería de una gran empresa. A principios de 2000 viajó a China para tratar unos negocios de la compañía. Entre viajes de ida y vuelta, entre China y Barcelona, empezó su historia con la cultura de ese país y una gran afición al té.
Tres años después, en uno de los viajes de vuelta, hacía cola en el aeropuerto de Pudong, Shanghái, y alguien gritó su nombre. «¿Quién me llama así, aquí en Shanghái?» La traductora de su empresa agitaba los brazos en el aire voceando su nombre. Acompañaba a un grupo que viajaba a Barcelona para estudiar castellano. Era justo antes del gran boom de China, con las Olimpiadas de Pekín y la Exposición Universal de Shanghái 2008. Jingjing estaba entre ellos. Casualidades de la vida.
En 2005 abren su primer negocio de té. Hoy, en su tienda y su tetería Tetere te llevan de viaje a la cultura china y japonesa a través de la experiencia del té. Catas y ceremonias de té entre tazas de cerámica blanca y azul, cuencos y teteras reparadas con hilos de oro, arreglos de plata y lámparas cantonesas.
¿Cuál es la filosofía de vuestra tienda?
Vendemos té a particulares, cafeterías especializadas y restaurantes que quieren aprender a prepararlo, que aprecian todo su proceso y tienen una mente abierta. El té es bueno para la salud, pero no es mágico. No lo vendemos desde una perspectiva de sus beneficios, que los tiene. Nuestro concepto es explicar de dónde viene, tipos de té, su proceso de preparación, el tiempo y la temperatura del agua. Valorarlo, y que prepararlo sea una experiencia relajante y beberlo un disfrute real.
Tratar bien el té
Podemos decir la misma frase pero, según la situación, el tono y el sentido cambian. Hay que conocer el carácter de cada té y tratarlo bien. En China y Japón hay estudios oficiales de años para conocer todas las técnicas.
Tenéis un estilo de negocio propio
Nos gusta tener personalidad. El té es nuestro nexo de unión. Allá donde vamos y en lo que hacemos, está el té. Nos gusta poder controlar este negocio y nuestro objetivo no es crecer ni abrir más tiendas. No es nuestra idea. Preferimos crear una relación cercana con nuestros clientes y explicarles cómo se prepara desde el respeto hacia el producto.
¿Fue una buena elección ser autónomo?
Con los años, cuesta más hacer cosas nuevas. Pero debes situarte en tu esencia. Todo el mundo debería intentar vivir de aquello que le gusta. Si no se consigue, seguro que el camino te lleva a otra cosa que mejora lo que estabas haciendo. Todo va llegando, y cuando es el momento, sin saber por qué, ocurre la certeza. Cuando trabajas para otro, entre comillas, tienes la seguridad de que cobras cada mes. Cuando haces algo por ti mismo, te pones a prueba y compruebas si tus decisiones te permiten salir adelante.
Una presión añadida…
Pero sin duda te da una libertad mucho mayor que la de saber que cobras a final de mes. Si tuviera que hacerlo otra vez, lo haría. Compensa. Cuando haces cosas por tu cuenta, acabas entendiendo que siempre hay una salida. Como si se alinearan los astros y la solución sale sola. La sociedad inconscientemente nos inculca unos valores de no tener suficiente para vivir. Faltan mensajes positivos y sobran negativos, esos que preparan nuestro cerebro para decir “¡Cuidado!”. Dejar de querer tanto y disfrutar más de lo que tenemos.
El té también os lleva a viajar
Cada año viajamos a China o Japón. Shanghái siempre es punto de parada. Importamos desde Taiwán, China continental y Japón. Visitamos plantaciones, productores y distribuidores locales. El 80% del té de nuestra tienda lo importamos nosotros.
¿Qué criterio seguís para seleccionar el té?
Que nos guste, en base a nuestra experiencia, sea orgánico o no. En Japón, por ejemplo, muchos tés se sombrean para obtener el kabusecha o el matcha, en un ambiente húmedo donde se desarrollan plagas y se dificulta el control.
¿Y el matcha? Tan de moda…
Muchos de los tés que se utilizan para elaborarlo están sin sombrear o es té verde molido. Por eso es tan amargo. Para eliminar este sabor y ser más económico suelen añadir azúcares y dextrosas. El tencha es un té que se somete a un proceso de sombreado, retirando las venas de las hojas para molerlas. Para un buen matcha, la textura es clave, y para una buena textura se necesita tiempo de dedicación.
Ambròs nos enseña la técnica japonesa Kintsugi o carpintería de oro, un bello reciclaje
Trabajo con laca japonesa y polvos de plata, oro, platino o bronce. Cuando haces cerámica, tienes una conexión directa con la tierra. Te concentras y te olvidas de todos los problemas que te rodean. El hecho de ensuciarte las manos ya es algo mágico. Desconecto mirando el horno donde quema la cerámica. Es una buena manera de recogerse y no expandirse. Creo que lo artesano volverá, no hay otro camino. El planeta no aguanta este ritmo de explotación de recursos.
Practicante de la Ceremonia de Té de China y Japón. La conocida escuela Urasenke de Japón se encuentra entre las tres más populares: es la ceremonia del té japonesa que practica Jingjing
Se trata de contar una historia. Y con 500 protocolos diferentes, ¡tienes el resto de la vida para memorizar y recordar! Pero no es cuestión de cuándo acabarás de aprender, nadie cuestiona eso. La ceremonia es agua caliente para el té. Según el clima y los accesorios, el protocolo y los gestos cambian. Entre profesionales observamos esos detalles: cómo se mueven las manos, hacia dónde, cómo se pliega el pañuelo… más allá de la belleza de la taza o el kimono. Cada persona lo demuestra a su manera y los asistentes así lo sienten. Es como una pieza de música interpretada por cantantes diferentes: uno te transmite más que otro.
En las ceremonias del té hay ciertos requisitos, como no usar perfume, silenciar el móvil…
¿Qué te aporta la ceremonia?
Concentración y descubrimiento de mí misma. La mente es muy potente y aún no conocemos todo su potencial. En la ceremonia, lo vas descubriendo. Es importante un buen autocontrol de las sensaciones.
Como una meditación en movimiento
Lo es. Cuando empiezo a limpiar el tatami y la gente aún no ha llegado, la ceremonia y la meditación ya ha empezado. Acaba cuando todo está limpio y en su sitio, y los asistentes se han ido.
Transmites mucha calma
Si no tienes tranquilidad, no puedes transmitir. Esas cosas que no se enseñan en los libros. También es importante el buen uso de los accesorios, o escuchar el sonido del agua hirviendo en la chagama (olla de hierro), que coincide y avisa de la llegada puntual de los asistentes. Una ceremonia llega a todos los sentidos: vista, oído, olfato, gusto y tacto. Y un sexto elemento que está fuera de nuestro control: lo incalculable. La temperatura del agua, la cantidad de té en el medidor, la reacción de los asistentes… Siempre es diferente, nada es exacto.
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