LETICIA CANALES BILBAO, 23 AÑOS, SURFISTA PROFESIONAL
TAHARA (JAPÓN), 28 DE SEPTIEMBRE DE 2018
ISA Aloha Cup, una competición por relevos celebrada el pasado septiembre en Japón, con los ocho mejores equipos de los ISA World Surfing Games.
Cada equipo está formado por dos mujeres y dos hombres. Cada deportista debe surfear 3 olas en 45 minutos, sumando la puntuación total.
La mejor fue para el equipo de Gony Zubizarreta, Vicente Romero, Nadia Erostarbe y Leticia Canales, con la que hablamos de este gran triunfo del deporte.
Una deportista de gran calidad, no solo física, sino mental y humana. Pieza clave en lo que es y será este deporte. Compite y vive con la misma fuerza y energía del mar, como si la tomara prestada de las olas
¿Cómo empezaste en el surf?
Soy de Sopelana y en mi familia ya se practicaba, así que siempre lo vi con naturalidad, fue fácil entrar en este mundo. Desde niña me divierto con el deporte. A los 8 años, en la escuela, escribí que quería ser surfista profesional, lo tenía muy claro. Siempre he tenido en mente que mi proyecto de vida era este. Mi pensamiento y mi esfuerzo son para el surf. Nací para esto.
¿Tu estilo?
Un estilo agresivo, rápido y con personalidad. Últimamente estoy surfeando con un buen backside.
Tus cualidades principales
Soy muy exigente. Prefiero observar más y hablar menos. Mi poder es la naturalidad y la energía. Es lo que hace levantarme cada día y salir con una sonrisa. Siempre hacia adelante, con lo bueno y con lo malo, y disfrutar de la vida.
Cuéntanos del Campeonato del Mundo ISA 2018 en Tahara…
Ha sido una experiencia increíble. ¡Mi primer mundial! Con los nervios típicos en este tipo de competición, hemos formado un buen equipo, ayudándonos los unos a los otros. Individualmente me hubiera gustado pasar más mangas, pero en el Aloha Cup encontré el surf que esperaba ¡y ganamos! ¡Un mundial que no ha podido acabar mejor!
¿Tuvisteis buenas condiciones de ola?
Pensábamos encontrar una ola pequeña, pero una semana antes del campeonato entró un tifón y nos enfrentamos a olas de dos metros y medio y un mar complicado.
Una final reñida contra Costa Rica, Japón y Estados Unidos
La semifinal ya fue durísima. Competimos contra Portugal, subcampeona mundial el año pasado, Perú, una potencia del surf, y Estados Unidos. Éramos como la Cenicienta ante equipos con mejor planificación, más ayudas económicas, estrellas del surf… Aunque no empezamos de la mejor manera, al final le dimos la vuelta a la situación. Nos contagiamos del espíritu ganador del oro, lo dimos todo y nos llevamos el triunfo. Una medalla que tiene un gran mérito.
¡Medalla de oro!
Sí, muy poca gente puede decir que ha ganado una medalla de oro en un mundial, y más con tres compañeros únicos como Gony Zubizarreta, Nadia Erostarbe y Vicente Romero. Es una prueba complicada porque quizás debes competir contra chicos, y sin prioridades, como fue mi caso, donde hay que darlo todo. Debes hacerlo bien y, sobre todo, hacerlo bien por el equipo. El surf es un deporte individual, pero en ocasiones como esta debes hacerlo mejor por todos. Pocas veces se experimenta, es lo bonito del Aloha Cup.
Y las mujeres ¿qué están aportando al surf?
Las mayores alegrías. Llevamos poco tiempo en este mundo, y más en el profesional. Nos estamos esforzando muchísimo, sin restar mérito a los hombres, claro. Sin gran apoyo estructural, con lo poco que nos han dado… realmente hemos hecho maravillas. ¡Y esto solo acaba de empezar!
¿Cómo te preparas para estos momentos?
Todo tiene una cara contraria. Yo tengo una rueda. Si en la competición puedo concentrarme bien, estoy bien en toda mi rueda. En otros momentos de la temporada puede ser diferente, por las razones que sea. Siempre intento ir concentrada y relajada, con las ideas muy claras y, lo más importante, saber disfrutar. Se puede decir que un 40% de los campeonatos es esfuerzo y sacrificio. Cuando lo disfrutas, la rueda va, y vas hacia arriba.
No todo es conseguir el primer puesto
En algunos campeonatos no se llega al número uno, el mar no se puede controlar. Se trata de disfrutar, adaptarse al máximo, lanzar todas tus fichas… y aciertas. Al final, si el propio deportista puede controlarse a sí mismo y a sus pensamientos, ya es un buen inicio.
Una buena gestión de las expectativas
Durante el tour europeo arrastré una época dura, estaba surfeando mejor que nunca y no pasaba una manga. Soy muy exigente y en la alta competición es fácil pasar por momentos de ansiedad. Las expectativas son altas, cumplir los objetivos marcados… Te replanteas y, poco a poco, con el tiempo, te encuentras. Siempre aparece una persona que, de repente, te hace cambiar. Personalmente, me apoyo en esas personas positivas y con una buena visión del surf. En los momentos sin salida, es bueno rodearte de buena gente.
Ser positivos
Siempre llega ese día en el que dices “ya está bien” y, poco a poco, vas hacia arriba. Hay que llegar a un punto sin retorno y soltar la negatividad, buscando qué se puede hacer para sentirse mejor, porque la técnica ya está ahí. Todo está en la cabeza. Lo importante es cómo te sientes, no cómo estás.
La clave de todo
A este nivel de surf, del top 20 al 50 no hay diferencias de técnica, todo es mental. Es muy importante trabajar la mente y rodearte de buenos profesionales con los que tengas un buen feedback. No tener miedo al ensayo y error.
Solo gana uno
El deporte a veces es crudo, es duro. Al final, perderás más de lo que ganarás. O lo asumes rápido o estás perdido. Hay que tener unas buenas bases, saber controlar los pensamientos y las acciones.
Si tienes tan claro algo…
Lucha con uñas y dientes, porque la vida es muy corta y siempre acaba poniéndote en tu sitio. No te condenes «antes de»… En surf, hasta que no oyes la bocina no ha acabado la manga. En el último momento, puedes pasarla. Yo tuve una lesión de rodilla y quizá no volvía a surfear… He renovado mi surf y lo he mejorado. Aunque dudé muchas veces, mi base fue la constancia y mi mantra «hacia adelante, hacia adelante, no pasa nada«. Hasta que agotes la última gota, porque siempre hay una opción. Igual, esa última gota… mira ahora… ¡un Oro! ¡Quién me lo iba a decir! Un oro que puede cambiarlo todo en este deporte.