EL AYUNO, CON LIDIA BLÁNQUEZ

LIDIA BLÁNQUEZ, 46 AÑOS, TERAPEUTA MULTIDISCIPLINAR

BARCELONA, 4 DE MARZO 2019

Hace 29 años que trabajo con pacientes como terapeuta multidisciplinar. A lo largo de este tiempo he tratado la parte física, por dentro y por fuera, las emociones hasta la parte espiritual, lo que tenemos dentro, lo que nos mueve, la fuerza vital como llaman en Neuropatía. El ayuno es uno de mis fuertes. Ayudo a tratar enfermedades y las abordo de formas diferentes. Muchas personas siguen el protocolo del Ayuno Urbano, además de los ayunos dirigidos. Me baso en mi propia praxis y mi experiencia diaria.

Centro Lidia Biosalud

LIDIA BLÁNQUEZ TERAPEUTA MULTIDISCIPLINAR

¿Por qué hacer un ayuno?

Cuando necesitas centro, estar conectado con algo más profundo de ti mismo, cuando debes tomar decisiones importantes. Cuando ves cambios, escuchas que hay puertas que se van a abrir.

¿Qué aporta?

Cuando sales del ayuno, los ojos brillan, no ves límites, has creado paz con tu entorno. Regulas los valores sanguíneos alterados, consigues alterar el pH de la sangre, que incomoda y expulsa ciertos parásitos y bacterias. Tienes más energía, más paz en tu mente, más autocontrol, creas hábitos alimentarios, te sientes más joven, la inflamación cae en picado, previenes futuras enfermedades, se activan los métodos de supervivencia y regeneración, incluso las células madre… En general, el ayuno te da mucho centro, sobre todo cuando te has dispersado y te has ido por la tangente en tu vida, tus pensamientos, tu comida.

Tu recomendación…

Si solo necesitas limpiar un poco tu cuerpo, 3 días están bien. Lo mejor es hacerlo un mínimo de 10 días, 1 ó 2 veces al año, porque a partir del 7º día el hígado empieza a regenerarse. Después, 11 días de incorporación de alimentos y 3 semanas de hábitos alimentarios.

Recomendacion para el ayuno

¿Sirve como adaptación a las estaciones?

Está bien, lo respeto. Pero desde mi experiencia el ayuno es algo muy grande, incluso trasciende las estaciones, es un estado del ser. Hay una parte física pura, que corresponde a las estaciones, pero también hay una conciencia superior de sentirlo y hacerlo. La mayoría de gente que acude a nuestro centro viene en un momento de plena transformación, porque algo les mueve desde el inconsciente. Es el proceso de la mariposa, de transformación.

¿Es una manera de vaciarnos?

Es un reset a muchos niveles. Tenemos demasiadas cosas en la cabeza. Nuestra mente es un ordenador saturado de datos. Eso no nos trae nada bueno, nos quejamos, estamos cansados… Debemos salir de ahí de vez en cuando y olvidar, no acumular tantas memorias.

Ayuno una forma de reseteo

La gente se cuida de otra manera

Sí, en general está mucho más abierta. Antes, cuando alguien hablaba sobre yoga, meditación, respiración y energía, había cierto rechazo. Hoy algo les mueve y les conmueve, aunque no vivan de este mundo, algo han leído, escuchado… La conciencia es algo que nos envuelve, que está en la red.

Ayunos urbanos con Lidia Blanquez

¿Por qué ese cambio?

La gente ha dejado de creer en muchas cosas, incluso en su propia religión. Los humanos necesitamos creer para sobrevivir, porque forma parte de algo interior nuestro. Hoy, algunos son escépticos, otros creen en el deporte, el yoga, la meditación, la sanación como camino… En estos tiempos revueltos, la gente necesita agarrarse a algo… Volver a recoger nuestros orígenes, lo que hemos hecho ancestralmente, lo innato, lo que guardan las abuelas. La mente se abre y busca nuevas posibilidades, creer en algo más grande que uno mismo, conectar con otras realidades. La desesperación, por desgracia, abre la conciencia.

Transofrmación con ayuno

La transformación…

Es constante. Así es la evolución, una transformación constante de la misma energía, que adopta una forma, una conciencia nueva, pero en el fondo sigue siendo lo mismo.

¿Hay relación entre intestinos y cerebro?

Sí, trato pacientes psiquiátricos a través de los intestinos. Los demonios de abajo son los demonios de arriba. Si en tu mente tienes pensamientos negativos, a otro nivel de conciencia acaban siendo físicos en forma de parásito, de bacteria… Cuanto más infectada esté tu mente, más infectado está tu intestino. Es algo que sucede simultáneamente. Cuidando los intestinos liberamos la información acumulada ahí, creamos una vibración más alta y la energía se transforma.

Los intestinos son un gran cerebro

Para mí, el gran cerebro es el corazón. Aún no se conoce al 100%. Es el mediador entre arriba y abajo. Antes de que tu mente capte una información, el corazón ya lo ha hecho. Lo que se llama intuición, una corazonada. Tu cerebro no lo sabe, está aislado, pero el corazón capta información verdadera que incluso está por venir. Como si estuviera conectado a la vida, a tu programa de existencia.

La transformadora dieta de la abuela

Un mediador…

El corazón es quien realmente puede transmutar la relación que tenemos con nuestros intestinos. En mi libro La transformadora dieta de la abuela hablo de Hacer tripas corazón. Creo que el propósito del ser humano, más que pretender la espiritualidad, es pretender que todas las emociones de ese animal que habita en nuestro abdomen, que nos dirige y nos domina mentalmente, se transformen en amor. Domesticar, abrazar y amar al animal para convertir esa energía, y así ser realmente humanos. Sino, solo somos animales con instintos básicos, el sálvese quien pueda, como animales frustrados y capados… Porque nuestra educación capa el animal, pero está ahí y se puede ver en gente reprimida que lo muestra de la peor de las maneras.

Libro La transformadora diera de la abuela por Lidia Blanquez

La parte animal es útil

Como un animal más, tus entrañas y tus emociones, tu odio, tu rabia, te sacarán de una situación para sobrevivir. No hay que matar al animal, sino transformarlo para gestionarlo bien, para poder mediar, hablar. La tripa está conectada a tus memorias, a tus circuitos mentales, y hace que reacciones así y liberes lo que liberas. El corazón, entre mente e intestinos, es el mediador del instinto que se clava directamente en el estómago.

Intentamos cambiar

Pero la realidad es lo que es. La hemos creado nosotros. No es cuestión de cambio, sino de amar lo que hemos creado. El amor y la actitud es lo que transforma. Los humanos debemos sacar muchas dosis de amor y dejar más la tripa.

¿Dejar de comer? No tengo voluntad…

A los malos de la peli no quieren que les pongas a dieta. Es tu mente, y tu mente es tu estómago. Todo el mundo tiene voluntad: la pone donde quiere. Todo depende de cuánto te quieres. No es cuestión de pereza, es querer darle unas vacaciones de Spa a tus órganos.

Lidia Blanquez terapeuta multidisciplinar

Facebook

Instagram

Libros publicados:

Del ayuno a la conciencia

La transformadora dieta de la abuela